El Dr. Emeran Mayer es gastroenterólogo y profesor de medicina de la Universidad de California...
La memoria celular EXISTE
La memoria, ese complejo mecanismo que tradicionalmente hemos asociado exclusivamente al cerebro, podría estar mucho más presente en nuestro cuerpo de lo que imaginamos.
Te traemos un artículo en el que se presenta un reciente descubrimiento, publicado en Nature Communications, que sugiere que las células no neuronales también pueden "recordar". Este hallazgo plantea una idea que ya se manejaba en la sabiduría ancestral: la memoria no es únicamente patrimonio de nuestras neuronas, sino que podría estar profundamente arraigada en las dinámicas químicas y proteicas de distintas células del cuerpo. Todas las células guardan sus propias vivencias.
Las células, al igual que las neuronas, responden con mayor fuerza a estímulos espaciados, un principio del aprendizaje conocido como el "efecto de espaciado" (si se repite un aprendizaje, éste se refuerza). Este hallazgo revela que las células pueden “recordar” y reaccionar, ampliando las fronteras de lo que entendemos por memoria y abriendo nuevas posibilidades terapéuticas.
Este estudio también invita a reflexionar sobre cómo el cuerpo almacena información y sus consecuencias. Si las células tienen memoria, ¿cómo afecta esto a nuestra comprensión del trauma? Quizás nuestras experiencias más difíciles no se alojan exclusivamente en la mente, sino que se graban en el tejido celular, convirtiendo cada parte de nosotros en un archivo viviente de lo que hemos experienciado.
Esto explicaría porqué Los traumas en la infancia afectan a tu salud de por vida y también porqué las técnicas físicas y emocionales permiten modificar esa memoria, conduciéndonos a su sanación. Comprúebalo ya mismo y de forma gratuita con nuestro Taller: Sanando Vivencias Traumáticas y con nuestro Taller Gratuito: El Secreto para una Transformación Personal Real. Y es por esto que somos en cierto modo críticos con las propuestas soñadoras del artículo en cuanto a los posibles futuros avances de la medicina. ¿De veras es necesario darle tantas vueltas a algo tan simple como es la memoria celular?
Te invitamos a sumergirte en este artículo para explorar y descubrir por ti mismo/a cómo este enfoque está transformando la manera en que entendemos el aprendizaje, la memoria y las posibilidades terapéuticas del futuro... o no tan futuro.
Artículo original en nationalgeographic.com.es: "Revolución en neurociencia: Descubren que la memoria no solo reside en el cerebro"
Sergio Parra, 13/11/2024
Un nuevo estudio sugiere que ciertos mecanismos básicos de memoria, considerados exclusivos del cerebro, podrían estar arraigados en sistemas celulares más amplios y compartidos en todo el cuerpo.
Un nuevo descubrimiento podría revolucionar nuestra comprensión de la memoria.
Un reciente estudio publicado en Nature Communications ha sacudido los cimientos de la neurociencia al proponer que los recuerdos no solo residen en el cerebro, sino también en otras células del cuerpo humano.
Esto sugiere que la capacidad de almacenar y procesar información podría ser un fenómeno compartido por todas las células, no únicamente por las neuronas.
En la investigación, liderada por el profesor Nikolay V. Kukushkin, los científicos lograron replicar uno de los principios más fundamentales de la formación de memoria, el llamado "efecto de espaciado" o massed-spaced effect, en dos tipos de células humanas no neuronales.
Para ello, expusieron a las células a pulsos espaciados de señales químicas y analizaron su respuesta, encontrando que, al igual que las neuronas, estas células podían "recordar" y responder de forma diferente cuando los estímulos se aplicaban de manera intermitente en vez de continua.
Simulando el "Aprendizaje celular"
La inspiración de este trabajo proviene de un fenómeno bien conocido en la neurociencia: el cerebro retiene mejor la información cuando el aprendizaje se distribuye en intervalos espaciados, en lugar de concentrarse en sesiones intensivas y prolongadas.
En este estudio, se demostró que las células de tejidos no neuronales también responden con mayor fuerza y persistencia cuando reciben señales químicas espaciadas. Para simular este "aprendizaje celular", los investigadores usaron pulsos de compuestos específicos—forskolina y éster de forbol—sobre células de tejido renal y de tejido nervioso, desencadenando la expresión de una proteína que brilla intensamente, indicando que la célula “recuerda” el estímulo recibido.
Este cambio de estado molecular representa un equivalente a la "memoria" que las neuronas activan cuando detectan patrones de información en el cerebro.
Además, este proceso de respuesta celular se asocia con la activación de proteínas cruciales para la memoria, como CREB y ERK, cuya inhibición interfiere con la capacidad de la célula para responder al estímulo espaciado. En esencia, el hallazgo sugiere que la memoria no depende exclusivamente de circuitos neuronales complejos, sino que puede estar incrustada en las dinámicas de señales químicas y proteicas comunes en distintos tipos de células.
Posibilidades para la medicina
Este descubrimiento abre fascinantes posibilidades para la medicina y la biotecnología. Entender cómo funcionan estos “recuerdos celulares” podría ayudarnos a mejorar tratamientos y desarrollar terapias innovadoras para abordar problemas de aprendizaje y trastornos de la memoria.
Si todas las células poseen una especie de “memoria”, en el futuro podríamos emplear esta cualidad para, por ejemplo, entrenar células de órganos vitales a fin de que respondan mejor a ciertos patrones o tratamientos.
Además de las implicaciones en la neurociencia, este trabajo plantea interrogantes interesantes sobre otros órganos. ¿Podría el páncreas “recordar” patrones de alimentación para regular el azúcar en sangre de forma más eficiente? ¿Podría una célula cancerosa “recordar” las dosis de quimioterapia para optimizar el tratamiento? Estas preguntas, antes inexploradas, apuntan a un futuro en el que se considere al cuerpo como un vasto sistema de procesamiento de memoria, donde cada célula contribuye a un conocimiento integrado y funcional.