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Fases de liberación de la emoción
Creemos que el elemento diferenciador más importante del sistema terapéutico que empleamos en Libertad Emocional es la noción de estado de equilibrio biológico y su correspondiente emoción: la Paz/Amor (porque, para nosotros, el Amor con mayúsculas y sin adjetivos es el mismo estado de tranquilidad total y conexión con todo lo que te rodea que se asocia con la Paz).
Este concepto comenzamos a desarrollarlo a partir de las siguientes ideas de Antonio Damasio sobre las emociones y sentimientos:
"Las emociones son el sistema de monitorización del medio interno que tiene el cerebro".
"La emoción es la manera en que sentimos el estado físico del organismo en ese momento".
"Son parte indispensable en el funcionamiento del cerebro e indisociables de la racionalidad".
"El sentimiento es la sensación que percibimos conscientemente al procesar las representaciones cerebrales de la información recibida por los sentidos (exterior), la del organismo (interior) y nuestros pensamientos".
"El equilibrio metabólico produce un sentimiento de tranquilidad".
Y sobre esta base neurológica, investigaciones psicológicas, las reflexiones del Método Sedona (dejar ir hasta llegar a la Paz), entre otras terapias, y nuestra experiencia, llegamos a la conclusión de que:
- La emoción que experimenta un cuerpo en equilibro metabólico, y por tanto sin tensión, es la Paz/Amor.
- Los pensamientos son generados por el subconsciente de modo que den coherencia a lo que ocurre en el exterior con lo que se experimenta internamente y cambian al instante de liberar la emoción que se siente.
Estas observaciones tienen profundas consecuencias en la práctica terapéutica. Porque, si la persona que trata sus emociones no llega a ese estado de Paz/Amor significa que todavía quedan ataduras emocionales que liberar, a las que el subconsciente asignará una "utilidad" como justificación.
Fases de liberación de la emoción
Para ilustrar las implicaciones de las ideas anteriores, vamos a describir las fases que solemos encontrar cuando trabajamos en la liberación de las emociones de los recuerdos traumáticos. Todos los estadios que apuntamos no siempre se dan, pero es necesario tenerlos en cuenta para poder aplicar la técnica más efectiva y llegar a la Paz/Amor.
Sobrecarga emocional
Estado inicial del proceso, en el que la intensidad de las emociones almacenadas en el recuerdo superan el umbral de control de la persona. Fácilmente identificable, es sobre el que actúan todas las terapias.
En nuestro sistema terapéutico, esta fase se trabaja en el paso "La película" del proceso completo, que se describe en la página Autosesión.
Resignación - indiferencia
"La resignación es un suicidio cotidiano". Honoré de Balzac
Primer estado al que se suele llegar después de rebajar las emociones más fuertes. Se correspondería con un sistema de defensa para no perder el control, ya que, mantiene bloqueadas para el consciente las emociones intensas que quedan. Dependiendo de la persona, su identificación puede ser complicada, sobre todo si ésta es su defensa natural. Las personas mayores suelen usar la resignación y los jóvenes la indiferencia.
La manera más sencilla de detectar las emociones remanentes es contemplar las caras de los personajes que participaron en el problema. Si hemos llegado a la resignación, lo normal es que seamos capaces de vernos como un actor más en la escena, pues es la manera que tiene de nuestra mente de mostrar de manera visual que no estamos muy implicados emocionalmente. Este hecho puede resultar chocante de primeras si se tiene la creencia de que los recuerdos son fieles reflejos de lo que ocurrió, y esto no es del todo cierto. Nuestra mente construye los recuerdos a partir de los datos que tiene disponibles: imágenes, sonidos, olores, sabores, sensaciones externas y emociones. Si faltase alguno de estos datos la reconstrucción variaría, rellenándose los huecos para hacer la escena coherente. Y justamente eso es lo que ocurre cuando liberamos las emociones. La mente ya no dispone de la misma información emocional y, por tanto, modifica las perspectivas visuales y las expresiones de los personajes. Este funcionamiento lo podemos utilizar para comprobar el estado emocional real de la persona y liberar, saltándonos las defensas subconscientes.
Este estadio suele coincidir con la finalización del paso "La película". Para hacer conscientes las emociones restantes empleamos los pasos: "El reparto" y "Exagerar".
Coraje - aceptación - perdón
Fase crítica. Llegados a este punto las emociones que quedan están en un nivel bastante por debajo del umbral de control. Se pueden experimentar como un malestar muy débil, que si la persona está "acostumbrada a sufrir" puede pasar totalmente desapercibido. En este estado se tiende a despreciar el problema y se da por solucionado con las típicas frases: "ya lo he superado", "acepto la situación", "no es un problema porque todo está perdonado"; pero la realidad es que las emociones siguen ahí. Todavía se muestra prevención ante la posibilidad de que las cosas se puedan volver a repetir y el lenguaje no verbal mostrará tensión, favoreciendo que surja otra vez el mismo problema, aunque se experimente con menor intensidad. También se tenderá a "emocionarse ligeramente" al recordar las situaciones, pues todavía quedan posos de pena.
Un ejemplo claro es el caso en el que, al final de un día estresante, un pequeño roce con la pareja/hijos desencadena que se pueda echar en cara todo aquello que se decía haber perdonado. "Perdono pero no olvido" significa que el recuerdo todavía hace daño.
Este es el punto clave en el que se estancan muchas terapias. El coraje, la aceptación o la capacidad de perdonar se suelen malinterpretar, sobre todo por cuestiones culturales y porque se descarta la posibilidad de un estado de mayor equilibrio biológico.
Si necesito coraje es que intuyo un miedo, si acepto es que hay algo que preferiría no cargar y si perdono es que todavía siento que existe una ofensa. Además, suelen quedar en esta fase juicios internos de cómo nos portamos durante el problema y culpas ilógicas que hay que liberar.
Para tratar este estadio a fondo empleamos los siguientes pasos: "Ho'oponopono" e "Integrar tu imagen".
Paz/Amor
Es el estado final real. Se han liberado completamente todas las emociones que nos provocaban malestar y nuestro cuerpo experimenta el equilibrio metabólico informándonos de ello con el sentimiento de Paz/Amor.
En este momento no hay miedo, luego no se necesita coraje. No hay nada que aceptar, puesto que todo está en paz. No hay necesidad de perdonar, ya que, no existe ofensa.
Todas las fases anteriores a la Paz/Amor pueden liberarse consecutivamente y no es necesario dejar un tiempo al cuerpo o a la mente de adaptación al cambio. Este es otro hecho, en contra de lo generalmente aceptado, que hemos verificado en nuestra experiencia en terapia. La unidad cuerpo-mente se adapta instantáneamente al cambio si no hay otro conflicto emocional que lo impida.
Por ejemplo, en el proceso de duelo se suele considerar que es necesario atravesar por diferentes fases para poder integrar adecuadamente la experiencia, aunque los estudios realizados son contradictorios. Según nuestro marco conceptual y experiencia, entendemos que las diferentes fases del duelo se corresponden en gran medida con los estadios anteriormente descritos. Por tanto, es posible realizar "el duelo" completo en un periodo muy corto de tiempo, comparado con otras terapias, solo teniendo en cuenta los dos principios expuestos anteriormente.