El otro día conversando con mi amigo Guillermo sobre diversos temas transcendentales, me refutaba...
Perder el miedo a conducir
El miedo a conducir, denominado técnicamente amaxofobia, es un problema mucho más habitual de lo que pueda parecer. Aunque el perfil que se ha elaborado nos dice que la sufren principalmente mujeres mayores de 40 años (seguramente muchos hombre oculten su ansiedad), sobre el 22% de los conductores españoles puede llegar a sentir ansiedad cuando conducen, y el 19% dejan de hacerlo por no poder controlar el miedo que les produce, según el estudio La ansiedad y su influencia en los conductores españoles realizado por Attitudes en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona.
La buena noticia es que la amaxofobia se puede eliminar, permitiendo llegar a disfrutar de la carretera y el volante.
Síntomas y causas
Esta sobre reacción emocional se puede presentar antes y durante la conducción, siendo sus causas variadas: desde una desconfianza en la conducción propia, hasta el temor a los comportamientos de otros conductores. Tópicamente se asocia la amaxofobia a haber sufrido algún accidente, pero también es posible desarrollarla por otras causas. Como que haya pasado demasiado tiempo sin coger el volante, angustie la posibilidad de tener un accidente transportando a otros en tu coche (llevar a tus hijos al colegio), o si al cumplir años notamos una pérdida importante de facultades (por ejemplo el miedo de sufrir un infarto en la carretera si ya hemos tenido un episodio cardiovascular), entre otras.
Cómo sanar
¿Necesitas ayuda?: recuerda que si crees que te puede ser difícil llevar a cabo los procesos o tienes dudas de cómo hacerlos, siempre tienes la posibilidad de contar con nuestra ayuda contestando a tus preguntas, concertando sesiones de apoyo individuales o apuntándote a las sesiones online gratuitas guiadas por alumnos en prácticas.
Tratar creencias
Con todas la fobias, lo primero es identificar todos los miedos relacionados con el problema. En este caso, los clásicos “me van a pitar”, “se me va a calar en medio de la rotonda”, “voy a tener un golpe”…
Haz una lista con todos tus miedos y aplica estos pasos con cada frase:
- Repite en alto tu frase y puntúa de 0 a 100 la importancia que tiene para ti. "0" significa que no es un problema y "100" que es el máximo que puedes soportar.
- Inspira completamente empezando por el abdomen y acabando por el pecho, de modo que llegues a un punto en el que sientas la necesidad de espirar. De esta manera, provocas la primera respuesta automática de relajación del cuerpo.
- Vacía totalmente los pulmones encogiendo el abdomen y el pecho, hasta que llegue la necesidad de inspirar, disparando la segunda respuesta automática de relajación.
- Permite que el cuerpo respire con normalidad, sin dirigirlo, 3 o 4 veces.
- Repite los pasos desde el 1, hasta que la puntuación baje a 0.
Es posible que haya miedos que necesiten varias repeticiones eliminarse. No te rindas . Recuerda que para ayudarte tienes varios audios de apoyo en la página: La receta (3 veces al día).
Generar nuevas creencias positivas
Este paso no es imprescindible, pero te puede servir de mucho para acelerar el proceso con el resto. Si te apetece intentarlo, sigue las explicaciones de la página: Programar creencias positivas.
Desensibilización progresiva
Soltados los miedos previos, ahora deberás hacerte consciente de cuál es la/s causa/s específica/s de tu bloqueo con la conducción y liberar la tensión emocional de una manera suave siguiendo el proceso que te propondremos. Y para que sea una experiencia muy gratificante, lo primero que te recomendamos es que crees un anclaje positivo, que te servirá de "salvavidas" si aparece alguna emoción muy intensa. Una vez hecho, solo tendrás que activar tu anclaje para controlar rápida y fácilmente la sensación.
Ahora que has determinado las causas fíjate si caes en alguno de estos dos grandes grupos:
Eventos estresantes
Si has visto o sufrido una situación impactante a partir de la cuál apareció la amaxofobia, puedes tratarla siguiendo las indicaciones que encontrarás en la página Autosesión.
Otros aspectos
Si tu caso no es el anterior o ya has acabado con la autosesión, intenta identificar qué aspecto/s específico/s de la conducción te genera más inseguridad. Una vez encontrado/s aplica el siguiente proceso:
El procedimiento es muy simple y consta de cuatro pasos que repetiremos en ciclo, centrándonos en liberar las molestias que sentimos. De este modo, al soltar la emoción del cuerpo saldrás de la respuesta de estrés y el cerebro evaluará objetivamente la situación, desapareciendo el bloqueo mental y físico.
Para poder aplicarte el proceso sin ayuda debes tener en cuenta que siempre serás capaz de enfrentarte a tus emociones de una en una. Pero si se juntan, suman las intensidades y entonces es cuando pueden superarte. Para evitar que esto suceda el único truco es "ser cobarde". Nunca avanzar en los pasos si no estás totalmente tranquilo. Primero descarga cualquier síntoma de malestar y luego continúa con pequeños incrementos en lo amenazante de la situación. Recuerda que además dispones de tu anclaje positivo que te ayudará a salir de esos estados rápidamente.
Pasos:
- Visualización: partiendo de un estado de calma pregúntate si te podrías enfrentar a tu fobia y observa tu cuerpo.
- Si el cuerpo se tensa ve al paso 2.
- Si sigue tranquilo imagina lo que te genera la fobia a una distancia prudencial y comprueba cómo te sientes. - Contacto con la molestia: busca en tu cuerpo los síntomas físicos de la molestia (por qué sabes que te sientes mal).
- Liberación: trata el malestar hasta que desaparezca, para liberar esas emociones dispones de las siguientes técnicas. No olvides eliminar totalmente las tensiones antes de continuar con cada uno de los pasos. Si no lo haces sumarás el malestar que sientes con el que puede aparecer y es una sensación no muy agradable que te puedes ahorrar.
- Comprobación: verifica que las sensaciones molestas han desaparecido totalmente. Si no es así vuelve al paso 2.
Si estás tranquilo repite el paso 1 haciendo un poco más, muy poco, estresante la situación cada vez, de modo, que al final puedas imaginar la situación que te genera la fobia sin agitación. Incluso puedes reducir el miedo más allá de lo que se considera normal (imaginándote que hay un accidente grave, por ejemplo), pero eso queda a tu elección .
Vídeos de ayuda
A veces es difícil contactar con las emociones solo con la imaginación. En ese caso te proponemos que te ayudes de vídeos muestren sucesos similares a los aspectos que has identificado que te generan estrés. Más abajo te proponemos unos cuantos, pero puedes buscar en YouTube para encontrar otros que disparen mejor tu reacción. Cuando algún vídeo te resuene aplica los pasos anteriores con él, parando el vídeo cada vez que sientas malestar.
Prueba real
Por último, cuando ya hayas tratado cualquier recuerdo impactante y puedas imaginar y visionar los vídeos sin tensión, te recomendamos que empieces con las pruebas en la realidad llevando un diario de cambios (Cuaderno de Paz) para que puedas descubrir y desactivar cualquier miedo que haya quedado oculto.
Si realizas este proceso con profundidad acabarás disfrutando del volante y conduciendo mejor de lo que lo hayas hecho nunca. Felicidades .