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MACK, La remisión de un tumor
Dos niños de alrededor de un año de edad están jugando plácidamente. La familia se ha reunido para celebrar un cumpleaños y todos conversan en un ambiente distendido y alegre. En un momento determinado la niña golpea a su amiguito con un juguete en la cabeza y el niño comienza a llorar. Los padres del niño reaccionan con agresividad hasta el punto de querer pegar a la niña. En unos minutos, el ambiente se torna hostil y violento. Los padres de la niña se sienten intimidados y son advertidos de que no tendrán ningún reparo en pegar a la niña si se presenta la ocasión. Ambas familias viven en el mismo edificio, una en una planta y la otra en la siguiente.
Así comienza la historia de Mack. Tal vez éste no sea el principio, tal vez solo sea el bioshock desencadenante de una situación que se gestó mucho tiempo atrás. Pero sea como fuere, este pequeño conflicto pone en estrés biológico a Ariel, el padre de la niña, que teme por la integridad de su hija y se siente amenazado, viviendo en una alerta continua tras el incidente. Estamos en fase activa del conflicto. La fiesta se celebró en mayo del 2017.
Mack es un hermoso gato albino, de 12 años al cuidado de Ariel. A finales de mayo de 2018, un año después del incidente, Ariel ingresa en el hospital por un cuadro de gastroenteritis, que cursaba con vómitos. Cuando es dado de alta y vuelve a casa se entera de que Mack también ha estado vomitando y cuando se recupera acude a su veterinario donde le descubren una masa en la región duodenal compatible con Linfoma. En la ecografía que se le realiza en junio estadifican el tumor como T4, es del tamaño de una pelota de golf. La estadificación indica el tamaño del tumor, y el número 4 es el máximo que se contempla. En la analítica hay una leucocitosis severa, los glóbulos blancos han aumentado significativamente y le dan 3 meses de esperanza de vida.
Ariel inicia un proceso con Mack, que incluye medicina tradicional y homeopatía para Mack y Biodescodificación para él. Entiende que nuestros animales son esponjas energéticas y decide trabajar el conflicto que pueda estar detrás de ese diagnóstico.
El linfoma habla de un conflicto de DESVALORIZACIÓN/IMPOTENCIA EN UN CONTEXTO DE ATAQUE/DEFENSA y enseguida da con el Bioshock de la fiesta familiar.
La segunda ecografía que se le hace en diciembre, 6 meses después de la primera que detectó el tumor, dice textualmente “a nivel gastrointestinal se observa distensión leve y pared conservada”. No hay rastro de la pelota de golf.
Antes he escrito, que en aquella fiesta familiar era donde comenzaba esta historia, pero sinceramente creo que la historia de Mack empieza aquí, en la remisión de un linfoma T4. Empieza en el trabajo interior de Ariel, en su consciencia y en la voluntad de asumir sus conflictos por su propio bien y por el bien de los pequeños seres que tiene a su cargo. Como él mismo me dijo: “Lo que no se resuelve, se repite y soy papá, no quería que pasara a mis hijos”.
Yo lo llamo Bioresponsabilidad. Y con este artículo me gustaría honrar a Mack, siempre honrar la memoria de los animales que nos acompañan en el camino. También agradecer a Ariel por compartir sus vivencias, exponiendo su interior, por el amor que tenía a Mack y para beneficio de todos nosotros.
Autora: Eva María Vergara Ucelay, licenciada en veterinaria y terapeuta en Descodificación Biológica Original.
Contacto: www.evaluziona.com, Canal Esencia Bio, Proyecto LINDA, 644 13 65 18.