El caso de Semmelweis es uno de los ejemplos más claros de que el método científico puede chocar fuertemente...
Condicionamiento propagandístico
Es bien sabido desde hace mucho tiempo que es posible condicionar al cerebro para que muestre una reacción determinada ante un estímulo específico. Aristóteles llamaría a este efecto la ley de contigüidad:
"Cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la otra a la mente";
y en nuestra época se ha refinado mucho más su entendimiento con los estudios sobre: condicionamiento clásico y condicionamiento operante. Estas "leyes" operan en los niveles básicos del funcionamiento del cerebro no siendo necesario un estado de atención consciente del sujeto a condicionar. Esto hace que el condicionamiento sea muy sencillo de crear, mantener y reforzar, constituyendo la base del funcionamiento del marketing y la propaganda.
En el fondo el condicionamiento propagandístico es una forma de manipulación emocional que asocia estados somáticos placenteros o incómodos a ideas y productos, de modo que el cerebro mostrará una tendencia de aceptación o rechazo independiente de las razones lógicas implicadas en la elección.
El documental que te presentamos a continuación hace un repaso del uso de estas técnicas de manipulación por parte de las grandes empresas y estados para cambiar la opinión del público hacia posiciones acordes con sus intereses, de manera sistemática e inhumana.
La manera de romper esos condicionamientos se basa en deshacer la asociación estímulo -estado emocional. Por tanto, si empleas las técnicas de Libertad Emocional para soltar las emociones asociadas, esos mensajes no volverán a tener ningún poder sobre ti.
