Periódicamente surgen noticias sobre la peligrosidad o el coste material que para las personas representan las llamadas terapias "alternativas", ya que, se asume que no tienen ningún beneficio para el individuo más allá del puro placebo, al que parecen asociar un nulo efecto terapéutico en contra de lo que afirman numerosos artículos médicos (Damien G Finniss, Ted J Kaptchuk, Franklin Miller, Fabrizio Benedett: Lancet 2010; 375: 686–95). 

Si las entidades que publican información tan "dramática" quisieran ser verdaderamente honestas con la población tendrían que tomarse en serio promover la evaluación de la efectividad y peligrosidad de todas las terapias, haciéndolo periódicamente según se vayan produciendo nuevos descubrimientos. Y al decir "todas las terapias" hay que incluir las "oficiales", que también generan sus problemas. En un estudio del año 2000 publicado en el Journal of the American Medical Association Vol 284 la Dr. Barbara Starfield de Johns Hopkins School of Hygiene and Public Health citaba la iatrogenia (acto médico dañino) como la tercera causa de muerte en Estados Unidos con más de 200.000 fallecimientos al año.

En el artículo que reproducimos, la Organización Médica Colegial de España denuncia que el uso "inapropiado" de la tecnología médica encarece el sistema de salud, además de poner en peligro a los pacientes. La escasa difusión de estas noticias y la falta de medios y recursos para reevaluar las técnicas médicas nos hacen sospechar que la salud del paciente no es el principal criterio por el que se rigen los sistemas de salud, ya sean públicos o privados. 

Nota: en relación a la efectividad de la terapias alternativas recomendaríamos leer el libro "Medicina Energética" de James L. Oschman, en el que se pueden encontrar una gran numero de referencias de estudios científicos sobre su eficacia y posibles explicaciones de los efectos observados.

Artículo original de la web SoloCiencia.com

El artículo

El uso "inapropiado" de la tecnología médica supone un 30 por ciento del gasto sanitario total que se genera en España, según denuncia la Organización Médica Colegial (OMC), que asegura que la financiación de tratamientos "intrínsecamente ineficaces" expone al paciente a "riesgos innecesarios".

Durante la rueda de prensa presentación de la 'Guía de recomendaciones para mejorar la adopción de las innovaciones sanitarias y su utilización en la Sanidad española', elaborada por la Fundación Kovacs, en colaboración con la OMC, los expertos han subrayado la necesidad de evaluar las terapias no farmacológicas "para probar sus resultados y garantizar su seguridad". "Sólo en Estados Unidos, la utilización errónea de ciertas tecnologías sanitarias provoca entre 40.000 y 80.000 muertes evitables al año", ha explicado el responsable del estudio, el doctor Francisco Kovacs. En su opinión, las consecuencias de aplicar mecanismos inútiles o de hacerlo mal, empeora el tratamiento de los pacientes y supone un "derroche innecesario" para el sistema de salud. Para evitarlo, su fundación ha compilado en una guía una serie de recomendaciones que, "sin pretender ser una denuncia pública", cree que ayudarán a profesionales sanitarios, a la industria, a la Administración pública y a los pacientes a concienciarse de la importancia utilizar la tecnología de forma "cauta y eficaz".

Creación de registros públicos

Entre las sugerencias que propone la entidad destaca la constitución de un registro público donde, voluntariamente, queden expuestas las relaciones económicas que se establecen entre las compañías tecnológicas, el personal médico y las entidades sanitarias. "De este modo, se garantizará la absoluta transparencia de sus acciones", ha señalado Kovacs. Asimismo, la guía contempla la creación de otro registro de denuncias de las posibles "malas prácticas" que pueda llevar a cabo la industria, como la manipulación de estudios científicos o el uso de incentivos económicos, directos o indirectos, para influir en la práctica clínica de los médicos. "También es fundamental que todas estas tecnologías, bien sean diagnósticas o terapéuticas, sean evaluadas en función de su efecto sobre parámetros verdaderamente importantes para los pacientes y su tratamiento, y no en indicadores o parámetros intermedios de dudosa relevancia clínica", ha afirmado el especialista.

Fijaciones vertebrales y coronariografías, "ineficaces"

En concreto, ha apuntado a ciertos tratamientos como las fijaciones vertebrales, que se aplican para paliar el dolor vertebral, o las coronariografías que, a su juicio, han demostrado que son ineficaces y que enfrentan al paciente ante un riesgo elevado, pues "le exponen al efecto de 500 radiografías". "Los servicios de salud deben de dejar de financiar las tecnologías completamente prescindibles o injustificadamente peligrosas", ha insistido Kovacs, que además ha pedido la participación de tres centros clínicos independientes en los procesos de evaluación y monitorización de cada tecnología, cuyos resultados "deberían ser hechos públicos".