Introducción al Reiki

Según la tradición, Reiki es un concepto formado por dos vocablos japoneses, Rei y Ki, que se refieren a dos formas fundamentales de energía. Rei significa "energía del universo" a la que todos los seres estamos estaríamos conectados, aunque no seamos conscientes. La otra palabra, Ki, es la "energía vital" que circula dentro del organismo de los seres vivos. Cuando la energía del universo fluye libremente a través de nosotros equilibra la energía vital y produce salud y bienestar.

Las creencias chinas y japonesas nos dicen que la energía vital "chi" o "ki" es diferente en cada ser, dependiendo de su genética, pero sobre todo de su estilo de vida. Lo que sí que es común a todos es que si el ki dejara de circular, moriríamos. El ki debe de estar en continuo movimiento, porque cuando empieza a estancarse, empezamos a enfermar. Pero, ¿por qué se estanca?

Aquello que sentimos e identificamos como emociones son la manifestación de una sobrecarga energética en nuestro cuerpo físico. Las emociones son totalmente necesarias ya que es el sistema que tiene nuestro cuerpo para reclamar nuestra atención consciente cuando surge un problema y la liberación de la sobrecarga energética emocional es un proceso natural inherente a nuestro cuerpo físico, que puede ser desencadenado de muy diversas maneras. Pero nuestro subconsciente es capaz de reprimir las emociones almacenándolas en el cuerpo (bloqueo) y puede inhibir la descarga emocional natural, manteniendo atrapada la sobrecarga energética indefinidamente. Estos bloqueos son los que producen ese estancamiento de ki, siendo por tanto las emociones que reprimimos (desequilibrio energético, tensiones) en situaciones específicas a lo largo de nuestra vida las generalmente la causa de nuestros “males” actuales, tanto físicos, como mentales y emocionales.

Reiki es un método de sanación natural basado en la aplicación de energía a través de las manos que permite la liberación de los bloqueos energéticos para que el ki vuelva a fluir libremente, con lo que se consigue reequilibrar cuerpo, mente y espíritu. Su uso puede ser: específico tanto para dolencias puntuales, o en general para crear armonía.