Hola,

Mi nombre es Nuria Proensa. Me dedico a las terapias naturales.

Y ahí lo dejaría si no fuera porque algo de mi trayectoria tengo que contar.

Aunque mi primera vocación fue la de actriz, he tenido la fortuna de conocer distintas profesiones (la farándula solo da de comer a unos pocos) y no encasillarme en ninguna, aunque ello también supuso mucha incertidumbre y desconcierto.

Como inconformista impenitente, tanta inestabilidad me llevó a re-crearme una y otra vez; al hacerlo desde la inconsciencia se fue generando en mi un cocktail de frustración, desesperanza, inseguridad... y así, con el cambio de siglo, entré en crisis, ¡bendita sea!.

Yo aún no lo sabía pero me urgía una profunda revisión interna... "Fue sin querer y es caprichoso el azar" y así, un buen día la pregunta cambió, en lugar del ¿Por qué a mí?, lastimero se convirtió en ¿Qué estoy haciendo yo para caer una y otra vez en lo mismo?

Y las respuestas no se hicieron esperar; toda una cascada de sincronicidades, ahora lo entiendo así, empezaron a ponérseme por delante.

Aquel era el principio de una fascinante aventura.

    Empecé terapia con Auriculopuntura y homeopatía y como el que no quiere la cosa lo empecé a complementar con terapia mediante el trance: respiraciones holorrénicas  plantas sagradas y ceremonias chamánicas.... Toda una bendición... otra visión del mundo y de mi misma.

Soy una "guerrera".  Desde la más profunda de las depresiones, me he ido ganando a pulso cada pizca de consciencia, cada retazo de alegría de vivir y de confianza en la vida.

Mi antes aletargada curiosidad, se fue despertando hasta convertirse casi en insaciable: desde los oráculos a la cabhalá y el I ching, autores como Tolle, Grof, Chopra, Jung, Jodorovsky, Coelho, Bucay, Claudio Naranjo... y un largo etc. de pioneros.

En plena "noche oscura del alma" se fue reorientando mi vocación: Quiromasaje, Reiki, Acupuntura, Reflexología, Auriculoterapia.... Como buscadora incansable y perfeccionista incorregible lo he ido complementando con Homeopatía, Fitoterapia, Flores de Bach...

Todo esto funciona y muy bien pero, no me resultaba suficiente: el origen de las dolencias, las emociones atrapadas, la memoria olvidada... los episodios traumáticos así no terminan de dar la cara.

¿Acaso la única manera de "burlar" al subconsciente era entrando en trance? ¿Alcanzando estados alterados de consciencia?... ¿y en consulta? ¿y en el día a día?....

Y de nuevo el universo respondió a mi inquietud, pedí alternativas y...

Apareció Libertad Emocional, lo que yo he dado en llamar "la terapia que se puede hacer uno mismo hasta en el metro".

¡Todo un descubrimiento! Una forma sencilla de liberar esas emociones que no veía cómo encarar con mis pacientes.

Al fin lo encontré, la manera de englobar distintas técnicas para adaptarse a las necesidades de cada cual, desde el más escéptico al más entregado.

Y la mejor de las sorpresas ha sido poder participar en el proyecto. Gracias, Paco, por este regalazo.

Y la aventura continúa. Como la respiración: un viaje constante de fuera hacia dentro y de dentro hacia afuera, hasta donde cada uno quiera llegar, hasta donde cada uno quiera profundizar. ¿Me acompañas?