Te traemos un video muy interesante de Albert Rabenstein en el que comparte imágenes de la geometría generada por el movimiento del agua dentro de un cuenco armónico vibrando.

Sin importar la frecuencia, cada uno de los sonidos emitidos por un cuenco armónico genera una información de orden particular, en una secuencia repetible y comprobable. En todo cuenco tibetano que cumpla con esta característica de afinación (definida también por su redondez) el sonido más grave genera un cuadrado, el siguiente un hexágono y así continúa con cada figura geométrica relacionada con los chakras. La forma en el agua no se relaciona con la frecuencia sino con la secuencia armónica, ya que la interferencia de todos los armónicos generados es la que acaba permitiendo que aparezca una única figura geométrica.

De esta manera es posible relacionar los sonidos armónicos y su aspecto creador de la forma con la geometría sagrada contenida en la representación simbólica de nuestros centros energéticos (los chakras serían vórtices -compuestos por formas circulares- energéticos con diferentes frecuencias, lo que encajaría con lo que se muestra en el vídeo). Esto convierte a la clave armónica en una puerta de conexión con la matriz de la Naturaleza, el Éter, lo que da paso al posterior artículo sobre Hans Jenny y el desarrollo de la Cimática, conocimiento con el que es posible observar como la vibración crea las formas que reconocemos en la Vida, que debe ser entendida como un TODO, porque:

“¿Cuál es el estado de las partes, los detalles, las piezas individuales, los fragmentos? En el campo vibratorio, se puede demostrar que cada parte está, en el verdadero sentido, implicada en el todo”.

Artículo original en geometrymatters.com

Hans Jenny y la ciencia del sonido: la cimática.

11 DE AGOSTO DE 2021

Esto no es un caos no regulado; es un patrón dinámico pero ordenado.

Hans Jenny (16 de agosto de 1904, Basilea - 23 de junio de 1972) fue un científico natural y médico que acuñó el término cimática para explicar los impactos acústicos de los fenómenos de ondas sonoras. A este campo han contribuido varios académicos que creían que el sonido juega un papel importante en la vida humana.

El concepto de patrones vibratorios subyacentes en el mundo natural se remonta a siglos atrás, y se cita a Galileo Galilei como uno de los primeros testigos del fenómeno en sus escritos de 1632 en su Diálogo sobre los dos principales sistemas mundiales . Describe sus experiencias mientras raspaba una placa de latón con un cincel en un intento por limpiarla. Galileo vio un silbido alto, así como rayas paralelas de partículas de latón que solo aparecían al unísono con el sonido.

En 1680, el físico y músico Robert Hooke observó patrones nodales formados por vidrio vibratorio. Hizo diseños repetitivos con un arco de violín en una placa de vidrio cubierta de harina.

En el siglo XVIII, Ernst Chladni inventó una técnica para mostrar los distintos modos de vibración de una superficie rígida. Publicada por primera vez en 1787 en su libro Entdeckungen über die Theorie des Klanges , la técnica consiste en dibujar un arco sobre una placa o membrana (circular, cuadrada o rectangular) cuya superficie está ligeramente cubierta con arena. Cuando se acaricia, una placa determinada resonará en una de sus frecuencias naturales. La arena rebota sobre la placa hasta asentarse en los puntos nodales (áreas de cero movimientos), produciendo así patrones intrincados. Estos patrones ahora se llaman figuras de Chladni.

Tabla de Descubrimientos sobre la teoría del sonido, 1787

Placa VIII, armógrafo, H. Irwine Whitty, 1893

Hans Jenny llevó estos estudios más allá y definió una nueva ciencia, Cimática, desarrollando dispositivos y máquinas que generaban frecuencias en diferentes tipos de medios. En "Cymatics: A Study of Wave Phenomena and Vibration", concluyó que estas frecuencias no son parte de un caos no regulado, sino de un sistema dinámico y equilibrado.

Si lanzas un poco de tu imaginación, mientras miras esta película, verás muchas cosas que responden a muchas preguntas, verás formas vivas, amebas vivas, criaturas casi como animales. Verá la formación de continentes, la propia Tierra cobrando existencia, explosiones, erupciones, explosiones atómicas y bombas. Puedes ver todo esto y observarlo ante tus ojos. Todo debe su existencia única y completamente al sonido.

Durante una de sus excursiones ornitológicas, Hans, de 14 años, andaba en bicicleta por las colinas que dominan el valle de Birs, cerca de Dornach, cuando sus ojos se fijaron en el primer Goetheanum, un edificio de madera único y espectacular erigido bajo la inspiración y la guía de Rudolf Steiner. El joven quedó cautivado por la estructura de dos lóbulos y, por voluntad del destino, poco tiempo después se unió a sus padres y a un pequeño grupo de educadores y funcionarios públicos en una visita guiada por lo que se convertiría en el centro de la enseñanza antroposófica: una visita guiada dirigida nada menos que por Rudolf Steiner.

Así comenzó su exploración de la Antroposofía, una ciencia espiritual con la que tenía una conexión especial. Al igual que con sus experiencias religiosas anteriores, no siempre se llevó bien con los "antropósofos", pero respetó a Steiner y devoró sus voluminosos libros. Steiner, con su enfoque en el componente espiritual suprasensible de la existencia, iba a tener el impacto más significativo en Jenny, ofreciendo dirección para su voraz investigación, así como un marco para sus propios esfuerzos internos.

Hans Jenny publicó el primer volumen de "Cymatics: The Study of Wave Phenomena" en 1967, después de completar un doctorado en la Rudolph Steiner School de Zúrich.

En su investigación del fenómeno de las ondas sonoras, Jenny hizo uso de osciladores de cristal y su llamado tonoscopio para hacer vibrar placas y membranas. Esparció arena de cuarzo sobre una membrana negra de tambor de 60 cm de diámetro. Se hizo vibrar la membrana cantando en voz alta a través de un tubo de cartón, y la arena produjo patrones simétricos de Chladni. Los tonos bajos dieron como resultado imágenes bastante simples y claras, mientras que los tonos más altos formaron estructuras más complejas.

Una figura sonora producida por excitación piezoeléctrica. Placa de acero cuadrada 23×23 cm, espesor 1 mm. Frecuencia 6700 cps. En experimentos como estos, se puede observar con precisión la formación de líneas nodales de arena. A menudo se amontonan como dunas. © Hans Jenny

Se ha hecho vibrar una capa de glicerina mediante un tono que actúa sobre un diafragma. El resultado es un patrón formal continuo. © Hans Jenny

Numerosas variedades de patrones "tejidos" se encuentran en varios materiales, particularmente líquidos. Estas formas pueden tener un aspecto celular, de panal o imbricado y se producen en el líquido por vibración. © Hans Jenny

Jenny creó el tonoscopio para observar la acción de la voz humana sobre varios materiales en diversos medios. Este es un dispositivo básico en el que el experimentador puede hablar sin necesidad de ningún equipo electroacústico intermediario. Por lo tanto, las vibraciones se transfieren a un diafragma en el que se coloca arena, polvo o líquido como indicadores. Hablar genera figuras en el diafragma que corresponden al espectro sonoro de una vocal. El patrón es distintivo no solo del sonido, sino también del tono del discurso o la canción.

Las figuras 67-69 muestran los patrones vibratorios producidos por las vocales, reflejando los espectros de sonido y el tono de cada sonido en particular. El material del que está hecho el diafragma y los indicadores utilizados (polvo, arena, líquido, etc.) también son factores importantes: el patrón también cambia según la calidad de la voz individual. Pero la forma sigue siendo la misma mientras no haya cambios en las condiciones del experimento. © Hans Jenny

Debido a que las diversas características de estos fenómenos son causadas por la vibración, se nos presenta un espectro que muestra una construcción figurativa modelada en un polo y procesos cinético-dinámicos en el otro, con todo siendo creado y perpetuado por su periodicidad intrínseca. Estas características, sin embargo, no son entidades distintas; más bien, se generan a partir de los fenómenos vibratorios en los que existen en su "unitaridad".

Los tres campos, el periódico como campo básico, con dos polos de figura y dinámica, siempre aparecen como uno. Son incomprensibles el uno sin el otro.

Si una película de líquido es irradiada por el sonido, los patrones del tipo que se muestra aquí pueden revelarse mediante el método de Schlieren. Aparece un entramado complicado que comprende cuadrados, diagonales y perpendiculares. Resultan curvas, círculos y patrones radiantes. © Hans Jenny
Se verá por la selección mostrada en estas páginas que en todos los casos hay formaciones, texturas y formas, podemos ver movimientos, corrientes, circulaciones, rotaciones, etc. y sin embargo todo esto se manifiesta a lo largo de un carácter rítmico, serial, vibracional.

Jenny argumenta que la naturaleza triádica de la vibración se encuentra en las organizaciones complejas del movimiento, de los sistemas rítmicos (circulación y respiración) y de la fisiología nerviosa que se vuelve evidente para nosotros como frecuencias y modulaciones, incluidas las modulaciones de amplitud. Estos sistemas tienen patrones de naturaleza serial y una dinámica de impulsos rítmicos, que se pueden encontrar en la neurología, o el funcionamiento de órganos cuyos procesos son de tipo químico, térmico, energético, cinético y estructural, todos definidos por ritmo y vibración.

Lo mismo puede decirse de la respiración, el flujo de la respiración y la producción de sonido. La creación de actividades rítmicas basadas en campos fisiológicos de ritmicidad eleva la periodicidad fisiológica de la naturaleza a un plano superior. El desarrollo de la periodicidad biológica en el habla es un ejemplo de esta elevación a un plano superior.

John Beaulieu menciona sobre Jenny que siempre buscó observar el todo y comprender el comportamiento de las partes en relación con el todo.

“¿Cuál es el estado de las partes, los detalles, las piezas individuales, los fragmentos? En el campo vibratorio, se puede demostrar que cada parte está, en el verdadero sentido, implicada en el todo”.

Una ley fundamental del sistema establece que el todo es mayor que la suma de sus partes. Un equipo de científicos examinando un elefante es una metáfora popular utilizada para explicar esta ley de sistemas. La dificultad es que los científicos ignoran por completo que están operando a un elefante. Un científico está examinando la composición química de una uña del pie, otro está monitoreando el comportamiento del pie y otro más está observando el ritmo con el que se mueve la cola. Estos puntos de vista están desarticulados. Cada uno es uno que publica artículos separados en publicaciones científicas destacadas en diferentes áreas, sin saber que su trabajo está siquiera conectado.

Un día, un científico pasa y sin querer "ve" todo. Ella se refiere a toda la situación como un "elefante". Puede ver cómo encajan los componentes y cómo se mueven juntos. Todos piensan que está loca y los profesionales comienzan a discutir sobre su concepto de "elefante". Cada vez más personas comienzan a ver “el elefante”, hasta que un día “hay un elefante” y muchos campos discretos de investigación se explican desde una perspectiva más amplia.

Una y otra vez, y en formas siempre nuevas, el método cimático revela el fenómeno triádico básico que el hombre puede sentir y concebirse que es. Si este método puede fertilizar la relación entre quienes crean y observan, entre artistas y científicos, y por lo tanto entre todos y el mundo en el que viven, e inspirarlos a emprender su propia investigación y creación cimática, habrá cumplido su propósito.

Hans Jenny, "Cymatics, un estudio de fenómenos ondulatorios y vibraciones"